Los mejores chistes españoles: risas garantizadas !

- Siento que ya no me escuchas cuando te hablo.
- El verde te sienta mejor.

– ¿Te pusieron brackets?
–No pendejo, es una cerca eléctrica para evitar el robo de mis dientes.

– ¿Cómo se escribe «nariz» en inglés?
– No sé
– Correcto!

-¿A tu perro le gustan los niños?
-Si, pero yo le compro su comida.

- Hago un montón de cosas con IA.
- ¿Con Inteligencia Artificial?
- No, con insomnio y ansiedad.

—Doctor, sueño despierto con campos de amapolas.

—Son delirios.

—SON DE AMAPOLAS.

—Iba a apuntar a mi hijo a atletismo pero al final nada.
—Bueno, lo importante es que hace algún deporte.
—¿Eh?

—Siempre he querido escribir mis memorias.
—¿Y por qué no lo has hecho?
—¿El qué?

—He perdido mis contactos.
—Eres el electricista más tonto que conozco.

—No soporto que me trates como a un desconocido.
—Pero si no le conozco de nada, señor.
—¿Ves? Otra vez.

—¿Te gustan los niños?
—No sé, nunca me he comido uno.

—¿Qué tal la visita al oftalmólogo?
—¿¡QUIÉN ANDA AHÍ!?

—¿Cómo se llama tu perra?
—Esperanza.
—¿Y por qué le has puesto chip? Es tontería.
—¿Por qué?
—Porque la esperanza nunca se pierde.

—¿Aquí no hay aire acondicionado?
—¡PAREN LA AUTOPSIA!

—Tendría que haber cogido una linterna más potente.
—Quiero otro urólogo.

—Menuda matraca.
—Quiero otro psicólogo.

—¿Cuánto hace que no sales por ahí?
—Eres el astronauta más tonto que conozco.

—¿Te vienes a un glory hole?
—¿Por fuera o por dentro?

—Nadie es imprescindible.
—No puedo empezar la boda sin la novia, lo siento.
—Sé poner voces.
—QUE NO.

-Cariño, he perdido dos kilos.
-No te olvides de lavarte.

–Voy al súper. ¿Qué pilas compro?
–AAA.
–Vale, vale. Ya lo averiguo yo.

-Doctor, me muero.
-¿Tiene usted cita?

The only downside to Cinco de Mayo...
...is Seis de Hangover

- ¿Es esa el arca de Moisés?
- Noé.
- Ah, pues me lo parecía.

- Siento que ya no me escuchas cuando te hablo.
- El verde te sienta mejor.

—Soy todo lo que buscas.
—¿Eres un sofá?

—¿Tú te consideras machista?
—Qué va. Yo cocino, friego y todas esas cosas de mujeres.

—Tiene usted déficit de atención.
—¿Eh?

- Cariño, dime algo bonito.
- Cerveza.

–¿Has probado a pedir dinero en la puerta de la catedral de París?
–Sí, pero Notre Dan nada.

—¿Qué tal tu nuevo trabajo como profesor de matemáticas?
—Todo problemas.

—Tienes muy mala pinta.
—Fuera de mi bar.

-Los leñadores bailan muy bien.
-Tú que sabes.
-Son expertos en mover el tronco.

En el aeropuerto:
-¿Nacionalidad?
-Ruso.
-¿Ocupación?
-No, no, de visita.

—¿Es aquí el club de los enteradillos?
—Sí.
—Ya lo sabía.

-Buenos días, ¿Aquí es donde se celebra el campeonato de videntes?
-Sí, pero el plazo de inscripción no se abre hasta mañana.
-No quiero ser arrogante, pero he venido a recoger el primer premio.

—Quiero llegar a tu corazón.
—Por aquí no es.

—Cariño, estoy embarazada.
—Vaya, la excepción que confirma la regla.

-¿A tu perro le gustan los niños?
-Si, pero yo le compro su comida.

—Hola, soy tus ganas de vivir.
—¿Estás llorando?

— A mi mujer le encanta ver el curling.
— ¿Y eso?
— Porque es el único sitio donde ve barrer a un hombre.

— Soy el genio de la lámpara. ¿Cuál es tu primer deseo?
— ¿Puedes ayudarme a encontrar todos los calcetines que pierdo en la lavadora.
— Lo siento, eso está fuera de mis habilidades.

—Es aquí el curso para aprender a usar el navegador?
—No.
—Vaya…

—He ido al homeópata para lo de la memoria.
—¿Y qué tal?
—¿Que tal qué?

- Omnipresente le digo, mi padre está en todas partes.
- ¡Por última vez! ¡Leproso! ¡Tu padre es LE-PRO-SO!

- Martínez, preséntese en dos semanas.
- Pero si me voy a seguir llamando igual.

— ¿Hace frío en tu pueblo?
— Nos quitamos los mocos con alicates.

-¿La frutería?
-A 2 manzanas.

—Prueba a conocerme mejor.
—Eres idiota.
—Suficiente.

Mi novia no quería ver Titanic pero se la ice ber.

—Tienes un corazón que no te cabe en el pecho
—Gracias, doctor
—Es un grave problema médico
—Ya, pero también significa que soy...
—Vas a morir

- Jajaja, mira Paco, pone aquí en el periódico que la falta de sexo produce sordera.
- Las cinco menos cuarto.

—¿Hasta cuándo piensas vivir del cuento?
—Hasta que escriba otro.

- Mamá mamá, en el colegio me dicen infantil.
- José Luis, castígales o algo, que eres el director.